Una imagen de computadora creada por Nexu Science Communication con Trinity College muestra un modelo estructuralmente representativo de un betacoronavirus, el tipo de virus relacionado con COVID-19
La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha emitido una evaluación de riesgo preliminar con respecto a la última variante del SARS-CoV-2, BA.2.86. IBTimes UK

El Reino Unido está lidiando actualmente con un aumento preocupante de brotes de enfermedades que exigen atención inmediata y medidas de contención exhaustivas.

Estos brotes abarcan varias enfermedades, cada una de las cuales presenta desafíos únicos para la salud pública y el bienestar de los animales y los humanos. Entre los problemas más apremiantes se encuentran la aparición de nuevas variantes de COVID-19, los casos persistentes de influenza aviar y la reaparición de la enfermedad del Herpesvirus Koi (KHV).

Presentación de la nueva variante COVID-19: BA.2.86 genera alarma

La Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) ha emitido una evaluación de riesgo preliminar con respecto a la última variante del SARS-CoV-2 , BA.2.86. Esta variante se detectó por primera vez el 18 de agosto de 2023 dentro de las fronteras del Reino Unido y desde entonces se ha extendido a otras naciones, incluidos Israel, Dinamarca y los Estados Unidos.

Designada como V-23AUG-01 por UKHSA con fines de seguimiento, esta variante cuenta con un número inusualmente alto de mutaciones. Genéticamente distinto tanto de su probable precursor, BA.2, como de las variantes derivadas de XBB que circulan actualmente, la llegada de BA.2.86 ha generado preocupación debido a sus posibles implicaciones.

Aunque actualmente solo se ha documentado un caso confirmado de BA.2.86 en el Reino Unido, el hecho de que la persona infectada no haya viajado recientemente sugiere un potencial de transmisión comunitaria. Ahora se están realizando esfuerzos de investigación para determinar el alcance de esta transmisión. Sin embargo, la falta de datos suficientes impide evaluar la gravedad de BA.2.86 y su potencial de evasión inmunitaria en comparación con otras variantes existentes.

La influenza aviar proyecta una larga sombra sobre el Reino Unido

La influenza aviar, comúnmente conocida como gripe aviar, continúa asolando el Reino Unido, afectando tanto a las aves de corral como a las poblaciones de aves silvestres. Según los últimos datos, ha habido un total de 199 casos confirmados de influenza aviar altamente patógena (IAAP) H5N1 desde el 1 de octubre de 2022.

Estos casos se distribuyen en las regiones del Reino Unido de la siguiente manera: 158 casos en Inglaterra, 32 casos en Escocia, ocho casos en Gales y un caso en Irlanda del Norte.

Desde que comenzó el brote en octubre de 2021, solo en Inglaterra se han notificado 292 casos de IAAP H5N1. Además, el 20 de marzo de 2023 se documentó un caso confirmado de influenza aviar de baja patogenicidad (LPAI) H7N3 en Escocia.

La presencia persistente de la influenza aviar genera preocupaciones sobre su potencial para mutar, propagarse e impactar no solo a las poblaciones de aves, sino también a la industria avícola, que desempeña un papel importante en la economía del Reino Unido.

La enfermedad del herpesvirus de los kois resurge en 2023

Otro brote preocupante ha aparecido en la forma de la enfermedad del Herpesvirus Koi (KHV). Una afección viral con graves consecuencias para los peces, en particular las especies de carpas, el KHV ha resurgido en el Reino Unido y ha provocado una mortalidad notable.

La enfermedad se manifiesta a través de varios síntomas, que incluyen parches necróticos en las branquias, parches ásperos en la piel, desprendimiento de mucosidad y ojos hundidos, más evidentes cuando la temperatura del agua oscila entre 16 y 28 °C.

Es importante tener en cuenta que, si bien el KHV representa una amenaza significativa para las poblaciones de peces, no representa ningún riesgo para la salud humana. La Inspección de Salud de Peces (FHI) sirve como primera línea para detectar y responder a los brotes de KHV. Si las personas sospechan un brote, la comunicación inmediata con el FHI es vital, particularmente cuando se observan signos de KHV o se producen muertes de carpas.

Los programas formales de monitoreo se inician rápidamente en los sitios afectados por KHV, acompañados de inspecciones exhaustivas por parte del FHI para garantizar el cumplimiento de los controles legales. Una vez que se confirma un brote, el FHI aplica medidas para contener y eliminar la enfermedad, lo que puede implicar restringir el movimiento de animales acuáticos, mejorar las medidas de bioseguridad, sacrificar los peces afectados e implementar estrictos protocolos de limpieza y desinfección.

Mitigando el Impacto: Implementando Controles y Regulaciones

El FHI juega un papel fundamental en el control de la propagación de enfermedades de declaración obligatoria. Cuando se confirma una enfermedad, el FHI impone controles destinados a contener el brote. Estos controles incluyen restricciones al movimiento de animales acuáticos, la eliminación adecuada de los cadáveres y la notificación de cualquier recurrencia o expansión del alcance de la enfermedad.

Para KHV, las designaciones específicas se colocan en el momento de la confirmación, limitando el movimiento de animales acuáticos y requiriendo el cumplimiento meticuloso de las regulaciones de FHI. El FHI debe otorgar permiso para cualquier cambio en las áreas designadas, y los operadores del sitio deben adherirse a protocolos estrictos al mover peces vivos, huevas de peces o gametos dentro o fuera de las áreas designadas.

Dado que el Reino Unido enfrenta brotes simultáneos de variantes de COVID-19, influenza aviar y enfermedad del herpesvirus Koi, las estrategias de contención efectivas son esenciales para salvaguardar la salud pública, el bienestar animal y la estabilidad económica.