Un migrante yace en una tienda de campaña en un refugio temporal durante la visita del secretario interino de Seguridad Nacional de los EE. UU., Kevin McAleenan (no en la foto), al pueblo de La Peñita.
Un migrante yace en una tienda de campaña en un refugio temporal durante la visita del Secretario interino de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Kevin McAleenan (no en la foto), al pueblo de La Peñita, Panamá, el 23 de agosto de 2019. Reuters

El número de niños migrantes que cruzan un peligroso tramo de selva que divide a Colombia y Panamá ha aumentado rápidamente durante los primeros cuatro meses de este año, dijo el martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

El espeso terreno selvático del Tapón del Darién, que también es hogar de bandas errantes de delincuentes, se ha convertido en un punto de tránsito clave para miles de migrantes, en su mayoría con destino a Estados Unidos, que parten en busca de una vida mejor desde América del Sur.

Un récord de 25.431 niños y adolescentes, tanto acompañados como no acompañados, ingresaron a Panamá a través del Tapón del Darién entre enero y abril, según un comunicado de UNICEF proporcionado a Reuters.

El fuerte aumento en los cruces menores marca un aumento de ocho veces en comparación con el mismo período de cuatro meses del año pasado, cuando poco más de 3.000 niños y adolescentes migrantes hicieron la traicionera travesía, según datos de UNICEF.

Además de las condiciones ya peligrosas, los menores llegan cada vez más a Panamá sin un adulto o tutor después de cruzar el Tapón de Darién, dijo UNICEF.

El fondo de la ONU señaló que en lo que va del año un promedio de entre ocho a 10 niños no acompañados y separados llegan diariamente a las estaciones de recepción de migrantes en Panamá. Eso se compara con menos de tres por día el año pasado, según cálculos de Reuters basados en datos de UNICEF.

Si se mantiene la tendencia actual de llegadas menores a Panamá, el número podría superar los 100.000 para fin de año, según analistas de migración, aunque los cruces tienden a disminuir durante la segunda mitad del año debido a las fuertes lluvias que azotan la región.