La inflación galopante golpea a los cubanos que ya luchan contra la escasez

La jubilada cubana Xiomara Castellanos recibe una pensión mensual equivalente a 13,80 dólares. Un cartón de 30 huevos en el país golpeado por la inflación cuesta $14,10, casi cuatro veces más que hace dos años.

"Nos está golpeando fuerte, muy fuerte", dijo a la AFP el hombre de 80 años sobre la inflación que alcanzó oficialmente el 39 por ciento el año pasado, pero es probable que sea mucho, mucho más alta.

En 2021, el gobierno comunista de un solo partido tomó medidas para poner fin a las monedas paralelas en Cuba, eliminando gradualmente un peso convertible que estaba vinculado al dólar, dejando solo el peso regular, más débil, o CUP.

Desde entonces, la moneda ha caído de 24 a una tasa oficial de 120 por dólar. En el mercado negro la tasa es de 180.

Para compensar la devaluación de la moneda, el gobierno aumentó hace dos años todos los salarios y pensiones en un 450 por ciento.

Pero luego, "los precios... explotaron y los salarios no siguieron", dijo Castellanos a la AFP.

Según cifras oficiales, la inflación, que tiene controlados a varios países de América Latina y otros lugares, alcanzó el 70 por ciento en Cuba, que depende de las importaciones, en 2021 y el 39 por ciento en 2022.

Pero Pavel Vidal, un economista cubano de la Universidad Javeriana de Cali en Colombia, dijo que la inflación real era de cinco a seis veces mayor.

"La inflación real en 2022 superó el 200 por ciento, una de las más altas del mundo", dijo Vidal, citando sus propios cálculos.

Antes de 2021, dijo Vidal, no existía un índice de precios al consumidor en Cuba, lo que dificultaba las comparaciones.

Pero de las cifras del PIB se podría inferir que la inflación fue la más alta en la historia de Cuba, dijo.

Como muchos cubanos, Castellanos depende en gran medida de la "libreta", una libreta de racionamiento con la que uno puede comprar productos básicos como arroz, frijoles y pan a precio subsidiado.

Compras lo que obtienes; la elección es severamente limitada.

Por el equivalente a $1,42 en CUP, Castellanos puede obtener 3,1 kilogramos (siete libras) de arroz, medio litro de aceite, siete huevos, 1,3 kg de frijoles negros, 2,7 kg de pollo y un paquete de café para el mes a un precio tienda especial subvencionada.

Si quiere algo más, el siguiente punto de llamada es un supermercado estatal, donde cobran precios mucho más altos y en dólares muy necesarios para las arcas públicas.

El último recurso son las muchas pequeñas tiendas privadas que han aparecido desde que el gobierno autorizó en 2021 a las pequeñas y medianas empresas.

En uno de estos en La Habana, un kilogramo de leche en polvo cuesta alrededor de $14.

Los cubanos pueden retirar dólares del banco pero en cantidades limitadas, lo que significa que los comerciantes del mercado negro pueden cobrar una prima.

Y mientras que para los consumidores la tasa de cambio es de 120 a 180, las empresas estatales, que representan el 85 por ciento de la economía, obtienen una tasa de 24, una medida para aliviar el dolor de los altos precios de importación.

El economista cubano Omar Everleny Pérez ha calculado que una pareja necesita 113 dólares mensuales para cubrir las necesidades básicas de alimentación además de lo que se puede obtener con la libreta.

Pero el salario promedio en la isla de 11,1 millones de personas es de unos 33 dólares, y gran parte de la población depende de las remesas enviadas por familiares en el extranjero en la moneda más codiciada: el dólar estadounidense.

"Lo que me preocupa es que el mundo en el que vivimos los cubanos es cada vez más desigual", dijo Pérez, quien ha observado un aumento de la pobreza.

El martes, el presidente Miguel Díaz-Canel participará en una reunión virtual con sus homólogos de izquierda de México, Colombia, Brasil y Argentina para discutir formas de enfrentar la inflación.