El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha embarcado en una polémica política de búsqueda de la paz con los numerosos grupos armados del país.
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, se ha embarcado en una polémica política de búsqueda de la paz con los numerosos grupos armados del país. AFP

El presidente colombiano, Gustavo Petro, suspendió el lunes una tregua con las guerrillas de izquierda en cuatro regiones conflictivas tras el asesinato de cuatro niños indígenas a manos de esos rebeldes.

Petro dijo que el cese al fuego bilateral "se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas" en las regiones del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo.

Cuatro niños y adolescentes de la comunidad indígena Murui fueron ejecutados en el sur de Colombia por disidentes de las ahora desarmadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), dijeron las autoridades el domingo.

Esas cuatro regiones son un bastión de las guerrillas disidentes de las FARC que se negaron a unirse a un acuerdo de paz de 2016 en el que la mayoría de los rebeldes depusieron las armas y formaron un partido político comunista.

El rebelde Estado Mayor Central respondió a la noticia con un ataque mordaz al gobierno.

"El alto el fuego unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros", dijo el grupo en un comunicado enviado a los medios.

Los cuatro menores Murui fueron ejecutados en la frontera entre los departamentos sureños de Caquetá y Amazonas tras desertar de una facción disidente de las FARC llamada Frente Carolina Ramírez, dijo el domingo la Defensoría del Pueblo del país en un comunicado.

El frente, que pertenece al Estado Mayor Central, fue uno de los grupos que adhirieron a un cese al fuego propuesto por el gobierno hace varios meses y que pronto iniciarán nuevas conversaciones de paz.

"Reclutar y asesinar a niños, niñas y adolescentes de comunidades indígenas no son precisamente gestos de buena voluntad para lograr la paz. Además de ser evidentes violaciones al derecho internacional humanitario", señaló el Defensor del Pueblo.

Petro calificó los asesinatos como "un crimen atroz, un golpe a la paz" y advirtió sobre "medidas contra estas acciones".

A fines del año pasado, Petro anunció un alto el fuego bilateral con numerosos grupos armados.

Pero tres de esas treguas ya terminaron tras la ruptura del proceso de paz con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional y los narcotraficantes del Clan del Golfo.

"Si el alto el fuego no es efectivo en ciertos territorios para proteger la vida y la integridad de la población, entonces no tiene sentido persistir en él", escribió Petro en Twitter.

Desde que asumió el poder el año pasado, Petro ha tratado de negociar la paz con los diversos grupos armados del país en un marcado cambio del enfoque más belicoso de su predecesor conservador para resolver el conflicto.

Esta política ha desencadenado una granizada de críticas a Petro. La oposición ha calificado a las fuerzas armadas de demasiado débiles para evitar que los grupos armados dicten los términos de la paz.

En su comunicado, el Estado Mayor Central acusó al gobierno de no instalar los mecanismos necesarios para verificar que se respetaba el cese al fuego.

Colombia ha sufrido seis décadas de conflicto armado entre el Estado y varios grupos de guerrillas de izquierda, paramilitares de derecha y narcotraficantes.

Petro, el primer presidente de izquierda en la historia de Colombia, ha abierto conversaciones con muchos de los grupos armados, con la esperanza de poner fin a la violencia en el mayor productor de cocaína del mundo.